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Educación rural en Ecuador

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El pasado jueves 22 de octubre de 2015, en Quito, fueron presentados los resultados del estudio sobre la educación rural en el país, realizado por el Centro Latinoamericano de Desarrollo Rural-Rimisp.

 

Este estudio fue elaborado por la consultora Alejandra Calderón, Máster en Desarrollo Territorial Rural, quien estuvo por los estudios de Flacso Radio para compartir con nosotros algunos de los resultados de su trabajo en nuestra edición de cierre de Voces Rurales.

Según Calderón, su estudio evidencia algunas mejoras en el nivel educativo del agro. Sin embargo se detectan falencias en las estrategias educativas para contextos rurales. Las variables con las que efectuó su análisis fueron: matrícula, establecimientos docentes, profesores, contenidos, calidad, política pública y problemática.

 

Educación Técnica.
Entre las conclusiones que arroja el estudio encontramos que se registran incrementos en la matrícula, instituciones educativas y docentes en el campo ecuatoriano, entre 2007 y 2015. El número de profesores que laboran en establecimientos escolares del agro ha crecido en un 33%. Y la matrícula en esta área se ha incrementado en un 40%.

"La eliminación de las barreras educativas a través de eliminar los cobros adicionales, así como los programas de textos y uniformes escolares gratuitos; la ampliación de cobertura a través de infraestructura, el incremento y la formación de la planta docente son los principales factores para el incremento de la matrícula en educación en el Ecuador", indicó la investigadora.

La inversión pública en educación ha aumentado debido a la meta de llegar a un gasto público, en educación del 6% del Producto Interno Bruto (PIB); pero este dato muestra que la inversión se concentra en gasto corriente (sueldos y salarios profesores), asociado a proyectos de inversión de capacitación a profesores y para procesos de estandarización.

Sobre los contenidos educativos el estudio evidenció que la malla curricular es universal, es decir no existe una diferenciación entre los programas con especificidad para las zonas urbanas y rurales y tampoco existe capacitación a los maestros en metodologías propias para el contexto rural.

Entre las conclusiones del estudio Alejandra Calderón destaca que si bien es cierto, la inversión en infraestructura, el aumento de docentes destinados al agro y facilidades como útiles escolares gratuitos son aspectos destacables, no puede dejarse de lado que la educación rural requiere de una reflexión constante de la particularidad de cada territorio. Este pensar la educación desde el propio campo, logrará no solo un diseño de contenidos acorde a la realidad rural, sino un estímulo emocional y la formación de una perspectiva de empleo para que los jóvenes rurales opten por seguir en el campo.

 

 

 
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